Citando a Julian Katari del 08/07/2025, 2:36 pm

El dragón ha despertado.

Ayer, el no-hacer me puso en movimiento. Desperté partes de mi cuerpo que estaban dormidas. Una fuente de energía nawal fluye a través de él; no puedo detenerla; si lo intento, me duele. Lo único posible es seguir adelante, fortalecer las áreas débiles y tomarme mucho tiempo de otras tareas para poder seguir entrenando. Ha llegado el momento de comenzar la serie de movimientos de poder del entrenamiento tolteca. A través del trabajo corporal podemos hacerlo todo; nuestros cuerpos son el "teclado" de la vasta "computadora" que es el cosmos. No solo podemos evitar la vejez y la enfermedad, sino que podemos transformarnos a nosotros mismos y, con nosotros mismos, al cosmos. Podemos encarnar el cambio, el crecimiento, la vida que está por nacer; todo puede canalizarse a través de nuestros cuerpos y al permitir que fluya a través de ellos.

¿Crecimiento y cambio? Sí, el dragón ha despertado. Parece que hace miles de años, nuestra intención fue forjarnos: convertirnos en una especie de civilización avanzada dentro del cosmos real y viviente. Esta intención se convirtió en un dragón desatado, que ahora arroja llamas y destrucción sobre la tierra mientras nos impulsa a encarnar esta intención. Ten cuidado con lo que deseas, ese es el proceso que sigue el cosmos. Primero lo deseas, luego esa intención se convierte en el espíritu. El espíritu no es una hermosa voz en el viento, es el rayo que cae en tu casa cuando eso es lo que necesitas para emprender el camino. El nawal de hoy nos lo recordará. Para mí, me está obligando a comenzar una serie de trabajo corporal chamánico porque si no lo hago, la energía que ahora intenta fluir a través de mí me destruirá. Compartirla con otros es una forma de que esa energía se expanda también a otros lugares. Una tarea sagrada por delante. Otros desafíos podrían aparecer, en mi caso, este parece el menor. Algunos asuntos más grandes se están desarrollando ahora, mientras escribo.