Círculo de palabra
9 Masatl
Citando a Julian Katari del 15/11/2024, 3:53 pm
Lucha
Si descolonizamos nuestras almas, mentes y cuerpos, podremos salir del paradigma de la enfermedad, pero seguiremos encontrando, en términos de salud, la lucha. Todas las criaturas la tienen, la vida no es algo dado, es la búsqueda del bienestar y el encuentro de fuerzas duales de contracción y expansión que, en ciertos puntos, nos lleva a los extremos, exige adaptación y puede causar sufrimiento y dolor. El ciervo la mayoría de las veces se convierte en el mediador y sanador que equilibra los elementos, se ofrece a amortiguar las fuerzas y hace que todo sea tan suave y dichoso. Pero él también, colocado en una tormenta, en una energía del inframundo, luchará.
Es una parte importante de la vida y del proceso. Sin ella, el crecimiento no ocurriría. Recuerda esto cada vez que tu cuerpo luche con el tiempo, con la situación, con las demandas de la vida, incluso si está bien orientado, consciente de la salud y organizado. La lucha aparecerá porque es parte del ciclo, como lo enseña el día de hoy. Orienta tus pensamientos con este conocimiento cuando tu cuerpo lucha y evolucionarás más fuerte.
Lucha
Si descolonizamos nuestras almas, mentes y cuerpos, podremos salir del paradigma de la enfermedad, pero seguiremos encontrando, en términos de salud, la lucha. Todas las criaturas la tienen, la vida no es algo dado, es la búsqueda del bienestar y el encuentro de fuerzas duales de contracción y expansión que, en ciertos puntos, nos lleva a los extremos, exige adaptación y puede causar sufrimiento y dolor. El ciervo la mayoría de las veces se convierte en el mediador y sanador que equilibra los elementos, se ofrece a amortiguar las fuerzas y hace que todo sea tan suave y dichoso. Pero él también, colocado en una tormenta, en una energía del inframundo, luchará.
Es una parte importante de la vida y del proceso. Sin ella, el crecimiento no ocurriría. Recuerda esto cada vez que tu cuerpo luche con el tiempo, con la situación, con las demandas de la vida, incluso si está bien orientado, consciente de la salud y organizado. La lucha aparecerá porque es parte del ciclo, como lo enseña el día de hoy. Orienta tus pensamientos con este conocimiento cuando tu cuerpo lucha y evolucionarás más fuerte.
Citando a Julian Katari del 02/08/2025, 3:03 pmAcaba con el mito
Caminando con los pies en la tierra, podríamos optar por traspasar la valla y encontrar el precipicio del despertar. Al acercarnos, el borde se rompe y nos encontramos cayendo. La vida, tal como la conocíamos, se pierde; nada es igual, incluso el tiempo pierde sentido. Sin tiempo, la caída es eterna. Estamos en el abismo de la falta de suelo, sin saber dónde es arriba y abajo; nada es real, todo es intenso. Si te aferras al precipicio, podrías sobrevivir y volver a tierra firme, solo para encontrarte derrotado y tener que volver a subir. Si lo haces, difícilmente volverás a elegir el precipicio. La otra opción es seguir cayendo, esperando el fondo del valle. Pero no lo hay, simplemente sigues cayendo.
Si pasas suficiente tiempo en la caída, sin volver a aferrarte al acantilado, quizá le des sentido al mundo. En resumen, todo es un mito. La realidad, la materia, la física, la vida, el espíritu, lo real, lo que no lo es, todo eso formaba parte del corral en el que estábamos antes, allá arriba, en la tierra. Aquí, en otoño, solo hay niebla, la niebla del mito. ¿Por qué nos caímos en primer lugar? ¿Por qué no hay un fondo que detenga la caída? Todas las preguntas quedarán sin respuesta; cualquier respuesta dada es solo un árbol en el acantilado que pasa velozmente ante nuestra vista mientras volamos junto a él.
Lo único firme aquí es la niebla. Podemos hacer preguntas y obtener respuestas, pero son tan firmes como la caída y tan reales como la niebla. Y aun así me atrevo a preguntar y a darme respuestas, y aquí las comparto con ustedes. Todo el sufrimiento en este mundo proviene del abuso de esta comprensión: que nada es realmente real, que todo es un mito. Y así nos alimentan con los peores mitos posibles, y esos deben terminar. Sin embargo, acabar con ellos significa llegar al fondo del valle, poner fin a la caída. Si suficientes de nosotros nos unimos en esto, tal vez lo logremos. Será doloroso terminar la caída, pero volveremos a pisar tierra firme, en un mundo que recupera el sentido. ¿Será ese nuevo terreno también un mito? Probablemente, pero sin duda uno mucho mejor.
Acaba con el mito
Caminando con los pies en la tierra, podríamos optar por traspasar la valla y encontrar el precipicio del despertar. Al acercarnos, el borde se rompe y nos encontramos cayendo. La vida, tal como la conocíamos, se pierde; nada es igual, incluso el tiempo pierde sentido. Sin tiempo, la caída es eterna. Estamos en el abismo de la falta de suelo, sin saber dónde es arriba y abajo; nada es real, todo es intenso. Si te aferras al precipicio, podrías sobrevivir y volver a tierra firme, solo para encontrarte derrotado y tener que volver a subir. Si lo haces, difícilmente volverás a elegir el precipicio. La otra opción es seguir cayendo, esperando el fondo del valle. Pero no lo hay, simplemente sigues cayendo.
Si pasas suficiente tiempo en la caída, sin volver a aferrarte al acantilado, quizá le des sentido al mundo. En resumen, todo es un mito. La realidad, la materia, la física, la vida, el espíritu, lo real, lo que no lo es, todo eso formaba parte del corral en el que estábamos antes, allá arriba, en la tierra. Aquí, en otoño, solo hay niebla, la niebla del mito. ¿Por qué nos caímos en primer lugar? ¿Por qué no hay un fondo que detenga la caída? Todas las preguntas quedarán sin respuesta; cualquier respuesta dada es solo un árbol en el acantilado que pasa velozmente ante nuestra vista mientras volamos junto a él.
Lo único firme aquí es la niebla. Podemos hacer preguntas y obtener respuestas, pero son tan firmes como la caída y tan reales como la niebla. Y aun así me atrevo a preguntar y a darme respuestas, y aquí las comparto con ustedes. Todo el sufrimiento en este mundo proviene del abuso de esta comprensión: que nada es realmente real, que todo es un mito. Y así nos alimentan con los peores mitos posibles, y esos deben terminar. Sin embargo, acabar con ellos significa llegar al fondo del valle, poner fin a la caída. Si suficientes de nosotros nos unimos en esto, tal vez lo logremos. Será doloroso terminar la caída, pero volveremos a pisar tierra firme, en un mundo que recupera el sentido. ¿Será ese nuevo terreno también un mito? Probablemente, pero sin duda uno mucho mejor.