Círculo de palabra
8 Kalli
Acomodándose - los límites de la honestidad
Ayer un viento fuerte nos sacudió y nos arrancó el techo. No sabemos dónde nos asentaremos, si podremos permanecer igual. Hoy nos proponemos encontrar consuelo en lo que será; debemos asentarnos en un barco en movimiento, pues todo se moverá. La incertidumbre y el cambio rápido llegan cuando abrimos nuestras vidas al nawal; este camino espiritual está representado por la combinación de hoy. Como mensaje, hoy nos invita a estar abiertos al cambio, el único medio para alejarnos realmente del daño, la limitación y la enfermedad.
Siendo cuidador, desde ayer busqué establecer estructuras que brindaran seguridad y consuelo ante lo que acaba de suceder, y se me reveló un secreto, una sabiduría que deseo compartir. No estoy seguro de qué tan relacionado esté con la combinación de hoy, pero es el momento en que ha llegado y es el día en que la comparto. Comienza por saber que el lenguaje no es absoluto. Las palabras solo significan algo en el contexto de cómo se pronuncian. Sus significados varían y las interpretaciones erróneas son comunes. La mayoría de las peleas comienzan y terminan porque simplemente desconocemos esto, no estamos abiertos a comprender (intelectualmente) las limitaciones del lenguaje. Desde aquí, nuestros corazones desearían poder expresarse profundamente. Ser amoroso, como entendemos, es ser honesto. Los corazones, al parecer, provienen del nawal, una zona del universo que no tiene sentido ni se puede entender. El tonal y el lenguaje lo intentan, y esa es la limitación de nuestra honestidad.
Hay cosas que tendremos que callar y estar en paz, pues solo nosotros mismos las comprenderemos. Cada uno tiene su propio camino, su propio nivel de desarrollo y está acompañado por sus propias energías —formas peculiares de entrelazarse y dar sentido a las líneas de energía del cosmos—. Lo que tiene sentido para nosotros, no podemos obligar a otro a entenderlo del mismo modo. Podemos aproximarnos, podemos intentarlo, pero hay un límite. Si nos excedemos, terminaremos forzando las cosas, lograremos lo contrario: más confusión, y esta vez no solo no ayudaremos al otro a comprendernos, sino que probablemente haremos que nos lastime. Nuestro corazón necesita aprender a estar en paz donde está, acomodándose en un cosmos cambiante que no está completo, que no es lo suficientemente cómodo ni amoroso para él.