Prisión.
Se ha contado durante mucho tiempo cómo el cuerpo atrapa al alma. Sin haberlo escuchado, a veces llegamos a sentirnos atrapados por esta vida, este cuerpo, esta situación. En nuestros sueños, y si eres un buen soñador, podemos desconectarnos más fácilmente de una situación, a menos que sea una verdadera pesadilla. En esta vida de vigilia, transformar el presente y liberarnos de un estado o lugar actual, puede requerir mucho más tiempo y esfuerzo. Cuando nos sentimos deprimidos porque algo completamente injusto está sucediendo, se nos dice, y aceptamos fielmente, que "elegimos venir a esta vida".
La singular combinación de hoy resuena con esta profunda reflexión filosófica y existencial. ¿Qué estructuras nos limitan? ¿Están en nuestra mente, forman parte de la programación, forman parte de la realidad? ¿Cuánto proviene de un dualismo monoteísta del que sugerimos alejarnos? Sea cual sea nuestra cosmovisión, nuestras estructuras, pueden ayudarnos a construirnos y liberarnos, o pueden ser utilizadas en nuestra contra. Sea cual sea nuestra cosmovisión, el significado y la historia que asociamos con nuestra vida y experiencia afectarán enormemente la vida y la experiencia, pero no la transformarán por completo. Seguimos y seguiremos estando atados por ciertas estructuras, cierta fisicalidad, cierta congruencia... cierta clase de tiempo.
En la resonancia de hoy, me invitan a compartir con ustedes la meditación sobre cómo nos encontramos inevitablemente atrapados temporalmente por algo que no debería estar ahí. Apuesto a que les ha pasado, y apuesto a que ahora existe de alguna forma. Mi ejemplo por ahora son los efectos perturbadores de un ruido electromagnético artificial producido por antenas y probablemente satélites. Sé que la solución está cerca; cuando el círculo de la medicina se complete, podremos viajar a la semilla de un nuevo mundo, nuestro refugio en las profundidades de la naturaleza donde construiremos el futuro, libres de esta contaminación. Pero mientras tanto, la enseñanza que refleja el nawal de hoy es que todo forma parte del proceso sagrado. Queremos saber qué nos atrapa para que queramos escapar de ello. Queremos saber qué es malo, qué nos enferma, para encontrar la manera de liberarnos de ello. Hay algo misterioso en estar atrapado, algo muy liberador, una gran enseñanza.
Prisión.
Se ha contado durante mucho tiempo cómo el cuerpo atrapa al alma. Sin haberlo escuchado, a veces llegamos a sentirnos atrapados por esta vida, este cuerpo, esta situación. En nuestros sueños, y si eres un buen soñador, podemos desconectarnos más fácilmente de una situación, a menos que sea una verdadera pesadilla. En esta vida de vigilia, transformar el presente y liberarnos de un estado o lugar actual, puede requerir mucho más tiempo y esfuerzo. Cuando nos sentimos deprimidos porque algo completamente injusto está sucediendo, se nos dice, y aceptamos fielmente, que "elegimos venir a esta vida".
La singular combinación de hoy resuena con esta profunda reflexión filosófica y existencial. ¿Qué estructuras nos limitan? ¿Están en nuestra mente, forman parte de la programación, forman parte de la realidad? ¿Cuánto proviene de un dualismo monoteísta del que sugerimos alejarnos? Sea cual sea nuestra cosmovisión, nuestras estructuras, pueden ayudarnos a construirnos y liberarnos, o pueden ser utilizadas en nuestra contra. Sea cual sea nuestra cosmovisión, el significado y la historia que asociamos con nuestra vida y experiencia afectarán enormemente la vida y la experiencia, pero no la transformarán por completo. Seguimos y seguiremos estando atados por ciertas estructuras, cierta fisicalidad, cierta congruencia... cierta clase de tiempo.
En la resonancia de hoy, me invitan a compartir con ustedes la meditación sobre cómo nos encontramos inevitablemente atrapados temporalmente por algo que no debería estar ahí. Apuesto a que les ha pasado, y apuesto a que ahora existe de alguna forma. Mi ejemplo por ahora son los efectos perturbadores de un ruido electromagnético artificial producido por antenas y probablemente satélites. Sé que la solución está cerca; cuando el círculo de la medicina se complete, podremos viajar a la semilla de un nuevo mundo, nuestro refugio en las profundidades de la naturaleza donde construiremos el futuro, libres de esta contaminación. Pero mientras tanto, la enseñanza que refleja el nawal de hoy es que todo forma parte del proceso sagrado. Queremos saber qué nos atrapa para que queramos escapar de ello. Queremos saber qué es malo, qué nos enferma, para encontrar la manera de liberarnos de ello. Hay algo misterioso en estar atrapado, algo muy liberador, una gran enseñanza.
