Ox'ib Iik. La expansión.
Conforme crecemos, ganamos astucia y aprendemos a acomodar nuestras vidas y evitar conflictos y problemas. Pero el espíritu es más astuto aún. Siempre encontrará la forma de incomodarnos, de enojarnos, de crearnos un problema, un desorden, un conflicto y llevar nuestra tolerancia a su límite.
Vivimos en un universo en expansión. Es nuestra propia voluntad, y la del universo, el crecer, expandirnos, volvernos más inteligentes, sabios, fuertes y ricos. No se puede crecer sin tirar la piel vieja, sin deshacernos de la ropa que ya no nos queda, sin madurar de aquellas infantiles intolerancias y neurosis que, si no la expandimos nosotros por nuestra propia voluntad, el universo encontrará la forma de hacerlo por nosotros (y si no aprendemos así, repetirá la lección, con más violencia).
Ese es el nawal, la inteligencia que vive más allá de tu racionalidad y atención, que es más grande de lo que crees que eres. Podemos intentar vivir evitándolo, o podemos estar listos para él. Entender que debemos ser mucho más grandes, que nuestra alma quiere ser mucho más amorosa y fuerte como para agitarse y sucumbir ante trivialidades. Cuidado con qué elijas, el viento puede ser suave para quienes lo disfrutan, y violento para quienes lo evitan.
Ox'ib Iik. La expansión.
Conforme crecemos, ganamos astucia y aprendemos a acomodar nuestras vidas y evitar conflictos y problemas. Pero el espíritu es más astuto aún. Siempre encontrará la forma de incomodarnos, de enojarnos, de crearnos un problema, un desorden, un conflicto y llevar nuestra tolerancia a su límite.
Vivimos en un universo en expansión. Es nuestra propia voluntad, y la del universo, el crecer, expandirnos, volvernos más inteligentes, sabios, fuertes y ricos. No se puede crecer sin tirar la piel vieja, sin deshacernos de la ropa que ya no nos queda, sin madurar de aquellas infantiles intolerancias y neurosis que, si no la expandimos nosotros por nuestra propia voluntad, el universo encontrará la forma de hacerlo por nosotros (y si no aprendemos así, repetirá la lección, con más violencia).
Ese es el nawal, la inteligencia que vive más allá de tu racionalidad y atención, que es más grande de lo que crees que eres. Podemos intentar vivir evitándolo, o podemos estar listos para él. Entender que debemos ser mucho más grandes, que nuestra alma quiere ser mucho más amorosa y fuerte como para agitarse y sucumbir ante trivialidades. Cuidado con qué elijas, el viento puede ser suave para quienes lo disfrutan, y violento para quienes lo evitan.