Círculo de palabra
12 Tijaax
Nuestra mente es un gran regalo que nos permite ver y ser la luz que organiza la vida. Los hábitos nos gobiernan y sólo la mente astuta, inteligente, creativa y capaz de conectar y canalizar la inteligencia que está más allá de uno pude llevar nuestros cuerpos y la vida a superar los hábitos limitantes que tanto se hacen presente en este tiempo.
La aplicación de dicha creatividad llega por su cuenta, sin que lo esperemos, y llega como algo que no deseamos, una situación, un problema. Tenemos que estar dispuestos a ceder y perder parte de lo que nos hace plenos, felices, para encontrar algo que nos dará aún más bienestar. La paternidad/maternidad es el mejor ejemplo este proceso. Nuestras mejores creaciones son aquellas que nos cuestan alcanzar, que no llegan si no es a través de un sacrificio, de una entrega, de una renuncia.
El hábito no está dispuesto a cambiar, a morir, si no es trayendo a cambio una enorme bendición y a través de una muerte. Este es el precursor de las grandes transformaciones mentales, la muerte de algo, es el campo fértil para la nueva vida. No puede vivir algo nuevo y mejor sin que algo muera antes.