Encanto sutil.
Para el ajuste preciso de nuestros hogares, nuestras estructuras de arraigo, creencias y familias, ha llegado esta trecena transformadora de Ak'ab'al. A través de grandes o pequeños cambios, los cimientos de nuestro ser se han reconfigurado y adaptado para brindar mayor solidez. Estamos en el umbral de este proceso, listos para trascender y recibir la visión del vuelo que debemos emprender. El nawal de hoy nos ha enseñado, y nos enseña, el arte del encanto, a reconocer nuestro valor y nuestras fortalezas; todas las enseñanzas confluyen en la culminación de un poder silencioso y oculto. Saber cuándo callar, cuándo hablar, canalizar las emociones como fuente de astucia, son algunos de los aprendizajes que el nawal de hoy reúne. Todo lo que nos ha sucedido, bueno o malo, se desprende hoy, una garra afilada en nuestro arsenal, lista para usar. Si tienes la capacidad, si puedes canalizar el nawal de hoy, podrás desenvolverte en las situaciones con la suavidad de la pata de un gato, sin necesidad de usar tus armas. Están ahí, si es necesario usarlas, pero su mera existencia basta; si aprendes a aprovechar el poder actual, no necesitarás usarlas. El mundo exterior visible está ligado al interior invisible. No necesitamos expresar infantilmente nuestras visiones internas para que se manifiesten en el exterior; esto solo lleva a vaciarse. El miedo estará a la caza, y si caes presa de él, te perderás el encanto de una acción mucho mejor y más astuta.
Quienes no pertenecen a este círculo de medicina podrían observar que sus intenciones y acciones son valiosas y bienintencionadas, pero ejecutadas con torpeza. Esto les hará parecer que no son valiosas, buenas y que son malintencionadas, que actúan con deshonestidad. No las juzguemos así. Lo que sucede es que no están al día con la evolución de la destreza femenina que exigen la pulsación del tiempo. Esperemos que nosotros sí lo estemos, surfeando la ola del tiempo en lugar de dejar que nos revuelque en la arena.
Encanto sutil.
Para el ajuste preciso de nuestros hogares, nuestras estructuras de arraigo, creencias y familias, ha llegado esta trecena transformadora de Ak'ab'al. A través de grandes o pequeños cambios, los cimientos de nuestro ser se han reconfigurado y adaptado para brindar mayor solidez. Estamos en el umbral de este proceso, listos para trascender y recibir la visión del vuelo que debemos emprender. El nawal de hoy nos ha enseñado, y nos enseña, el arte del encanto, a reconocer nuestro valor y nuestras fortalezas; todas las enseñanzas confluyen en la culminación de un poder silencioso y oculto. Saber cuándo callar, cuándo hablar, canalizar las emociones como fuente de astucia, son algunos de los aprendizajes que el nawal de hoy reúne. Todo lo que nos ha sucedido, bueno o malo, se desprende hoy, una garra afilada en nuestro arsenal, lista para usar. Si tienes la capacidad, si puedes canalizar el nawal de hoy, podrás desenvolverte en las situaciones con la suavidad de la pata de un gato, sin necesidad de usar tus armas. Están ahí, si es necesario usarlas, pero su mera existencia basta; si aprendes a aprovechar el poder actual, no necesitarás usarlas. El mundo exterior visible está ligado al interior invisible. No necesitamos expresar infantilmente nuestras visiones internas para que se manifiesten en el exterior; esto solo lleva a vaciarse. El miedo estará a la caza, y si caes presa de él, te perderás el encanto de una acción mucho mejor y más astuta.
Quienes no pertenecen a este círculo de medicina podrían observar que sus intenciones y acciones son valiosas y bienintencionadas, pero ejecutadas con torpeza. Esto les hará parecer que no son valiosas, buenas y que son malintencionadas, que actúan con deshonestidad. No las juzguemos así. Lo que sucede es que no están al día con la evolución de la destreza femenina que exigen la pulsación del tiempo. Esperemos que nosotros sí lo estemos, surfeando la ola del tiempo en lugar de dejar que nos revuelque en la arena.
