Citando a Julian Katari del 19/05/2025, 2:02 am

Vestido desnudo.

Jugando a este juego, terminamos desvistiéndonos y frotándonos... espera, todavía no. Más o menos, hemos estado desempacando y descargando, mostrando las diferentes fibras, partes de lo que está hecho este tejido. El momento de ayer fue el punto clave en el que vimos la naturaleza cruda de esta historia de la creación. Hemos decidido participar en este circo de la extinción del que no nos atrevemos a dejar que nos divierta. No queremos renunciar a la diversión, aunque eso signifique arruinar el futuro de nuestros nietos. Simplemente no existe, al parecer, no hay nada, nos han despojado de principios, dirección y directrices. Excepto por los que nos llevan a la villa de la vigilancia y a sesiones de blanqueamiento de ano. Es monstruoso, como pueden ver, que nos arranquen la carne y la ropa de tener una cultura, una raíz. Sobrecultura, nuestra cultura paterna —consume lo que puedas— es un buen sustituto y el mono del tiempo está encantado con ella. Fluoriza tu cerebro y plastifica tu agua, por así decirlo. Fosforiza tus entrañas mientras te deshaces como glucosa.

Increíble adaptación al grafeno y al glifosato, ¡ahí viene! Ya no podemos divertirnos tanto. Ahora tenemos que pagar las cuentas y estamos endeudados hasta marte. En serio, el nawal de hoy es algo así como: "Guey, ¿te quedas ahí o te subes? Hay un barco que sale y no estás en él".

Eso se puede decir en cuanto a que tu esfuerzo por recuperar tu identidad y regresar a algún tipo de camino cultural ha terminado, junto con qué vas a comer, perra. Hoy se nos coló un pepino radiactivo en la ensalada y, con solo tocar las demás verduras, las amargó como el denatonio (búscalo en Google como yo). No es broma, pero estamos felices de saber que tenemos algo que ponernos.

El nawal de hoy trata sobre la ropa cultural que vestimos, que es lo mismo que el camino que recorremos. Osomatli nos dio un origen donde todo puede funcionar, y así el multiverso eligió la diversidad como su sinfonía, y ese es el canon que pronto terminaremos con 260 de estos ejercicios de escritura y adoración a los nawales. La diversidad siempre ha sido la clave, así que incluso la idea de "no podemos llevarnos bien y por eso estamos jodidos" es un lavado de cerebro. Cientos, miles y millones de seres vivos y formas han coexistido de forma válida, viven su propia vida, tienen su propia verdad y tejen su propio universo. No hay un único camino ni una única verdad; sin embargo, todos provenimos de la misma fuente y compartimos el mismo continuo espacio-temporal. Dentro de esta diversidad, la antidiversidad, la homogeneidad impuesta (monoteísmo y derivados) no forma parte de ella; es lo que cree que, al eliminarla, puede existir como la nada y la totalidad. La definición actual de posmodernismo describe este fenómeno, pero en realidad no es una elección; debemos comprender que nos encontramos en algún punto del camino perdido.

Veámoslo positivamente. Podemos empezar a caminar. ¿Pero lo harás?